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domingo, 30 de enero de 2011

Ensayo

“Educación, Tecnología y Educadores forman un sistema”



Todo sistema es un conjunto de elementos interrelacionados para lograr un fin común. Para que se logre éste fin o meta, tenemos que hacer que cada elemento de nuestro sistema realice las actividades correspondientes, y entonces me pregunto, ¿Por qué no pasa lo mismo con la educación de nuestro país?.

Cuando el mundo globalizado implementa nuevas tecnologías, los sistemas de gobierno, educativo y/o social, exige que se cambien las estrategias o procesos que hace algunos años funcionaban para realizar una actividad. Entonces el primer problema al que nos enfrentamos cuando suceden estos cambios tecnológicos, surgen algunas discrepancias entre los elementos que componen el sistema.


Tal es el caso del sistema educativo en México. Aunque es claro que el sistema educativo se conjunta de normas, programas, estatutos, y métodos de aprendizaje que desde décadas atrás funcionan, pero el elemento que hace la diferencia, en cuanto a cómo y qué enseñar a los estudiantes, es el docente. Pero cuando nosotros fuimos alumnos, yo recuerdo, las clases eran rígidas, simplemente memorizando conceptos, realizando trabajos escolares de investigación, pero no teníamos tanta tecnología; sin embargo aprendíamos un nuevo conocimiento que complementaba mi experiencia y mi interés por conocer más allá de lo que me enseñaban. Entonces ¿qué pasa con esos métodos de aprendizaje hoy en día?.


Considero que aún no existe la fórmula exacta para conseguir un modelo educativo ejemplar, sin embargo, seguimos consumiendo en gran cantidad recursos tecnológicos digitales en oficinas, empresas, pero sobre todo, en escuelas privadas y públicas. Coincido con la opinión de Papert, implementar en todo instructor educativo, el sentido humano, científico, pedagógico y tecnológico, con la flexibilidad necesaria para que los estudiantes adapten los conocimientos a las necesidades sociales, económicas y culturales en las que se desenvuelven.


Existen muchos términos técnicos que especialistas en telecomunicaciones, educación e informáticos que le dan a la tecnología como herramienta básica a las actividades para enseñar a aprender (informática educativa, tecnología educativa, cultura digital, etc.), sin importar las condiciones o capacidades cognitivas. Pero no se toma en cuenta, que los docentes o instructores, no siempre tienen las competencias para el óptimo aprovechamiento de la tecnología, no saben cómo generar realmente conocimiento. Por lo tanto, un especialista en tecnología sabe cómo utilizar las herramientas tecnológicas pero no sabe las estrategias de aprendizaje, o por lo menos no las domina; en cambio un docente, sabe esas estrategias pedagógicas, pero no sabe cómo explotar un recurso tecnológico y a veces no lo conoce.

Dentro de la experiencia docente, siempre existen factores o elementos que impiden el progreso educativo en los estudiantes, sobre todo influye la cultura, los hábitos y costumbres que mantienen desde pequeños. Por ejemplo, en mi pequeño sistema, que es la escuela, que se encuentra en una zona semi urbana (municipio de Chimalhuacán), el nivel de educación básica es del 40% y donde la economía en promedio es de media a baja, la tecnología está fuera del alcance de los jóvenes pero están ansiosos de que las clases sean más prácticas.


Actualmente los educandos de nivel básico, se resisten al hábito de lectura y escritura, ya no tienen motivación de estar en las clases, porque dicen, se les hacen aburridas. Un día preguntaba a un grupo de primer grado de secundaria, en la clase de computación, ¿qué asignatura o clase les gusta más?, sólo me respondieron, ¡taller!, yo pregunté, ¿pero aparte de taller?, ellos dijeron, ¡ninguna! Sólo escuché las clásicas quejas o desacuerdos que como adolescentes tienen. “Es que sólo nos dictan, sólo hacemos resúmenes, etc.” Entonces en realidad, los métodos y estrategias de aprendizaje basadas en competencias, no existen ni se llevan a cabo como debería, o simplemente no se adaptan a las necesidades e inquietudes de los jóvenes. Obviamente, sí uno o varios elementos del sistema no ha realizado sus actividades correspondientes, pues no funcionara. Nos falta actitud, aptitud, conocimiento empírico y científico, exploración de nuevas herramientas y adaptación de tecnología, para que en conjunto el sistema sea funcional.

Se pretende generar una cultura digital, enriquecida con planeaciones estratégicas, prácticas, donde el alumno y maestro interactúen con el entorno y con las necesidades para resolver un problema, participar más en la mejora de procesos productivos que pueda aplicar para una vida futura mejor, motivando el gusto por la investigación, experimentación y análisis crítico para buscar soluciones prácticas.


Fuentes de información:

Kendall & Kendall, Administración de sistemas de información, 5ª. Edición, editorial Prentice Hall.

Manacorda Mario, Historia de la educación de la antigüedad a nuestros días, editorial siglo XXI.

sábado, 29 de enero de 2011

Semblanza



Soy María Teresa Díaz Luna, profesionista recientemente, nueva integrante en el sistema de la educación básica. Tengo 32 años de edad y soy soltera. Mi familia es pequeña, con firmes valores y costumbres, bueno, yo rompo con la tradición familiar, por cuestiones de trabajo y estudio.


Ante todo, me considero una persona perseverante, responsable y sencilla, que siempre trata de cumplir con las metas que se fija, me gusta aprender de los demás y de las diversas circunstancias de la vida, para ser mejor y comprender a los demás.


Quiero obtener mejores frutos del esfuerzo que ponga en esta maestría y en todo lo que me proponga, incrementando mi valor profesional y personal, porque siempre hay nuevas cosas que aprender.